«El gran placer de ser científico»

Vive entre números, logaritmos, ecuaciones y aparatos electrónicos que le han permitido llegar a lo más alto de la física gracias a sus descubrimientos sobre las ondas gravitacionales, pero pocos conocen el lado más personal Rainer Weiss, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica y Nobel de Física.

Cerca de trescientos alumnos de varios centros escolares de la comarca de Avilés recibieron ayer, en el IES La Magdalena, entre vítores, al premiado, que acudió a ofrecer una conferencia sobre física del Universo y acabó abriendo su corazón con los estudiantes, que quisieron agasajarle con camisetas pintadas con las ondas gravitacionales y con la mascota de su clase de física 'Propanín'. Ellos fueron los que consiguieron que contara sus inicios, qué siente cuando vuelve a casa y qué le llevó al mundo de la física.

Dejó el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) por el amor de una joven de Chicago, se dedicó a la electrónica «de la calle» y volvió a la Universidad de la mano de su profesor Zacarías aún sabiendo que sus conocimientos de matemáticas «no eran muchos». Rainer Weiss confesó en su charla con los alumnos que «no era buen estudiante ni estaba interesado en sacar buenas notas», pero su profesor consiguió hacerle ver que era bueno en física. «Él me demostró que no era tan tonto como parecía», apuntó.

La vida familiar y personal interesó a los alumnos, que quisieron conocer las concesiones que ha tenido que hacer el Nobel para mantener su carrera. «Estoy contento. Hago más cosas que física. Mi mujer no me odia. La ciencia lleva mucho tiempo, pero no trabajamos en ella para ser famosos. Lo hago por diversión», recalcaba Weiss en su intervención, con la que quiso trasladar al público «el gran placer de ser científico. La parte más elegante es poder compartir el trabajo con el resto del mundo».

También hubo momento para hablar de descubrimientos y uno de los alumnos, perteneciente a Primaria del colegio Marcelo Gago, se interesó por el más reciente, preguntando al físico por las ondas gravitacionales producidas por el choque de dos estrellas de neutrones. Una cuestión que asombró a todos por la juventud del entrevistador, pero que no quedó sin respuesta. «Ha supuesto un gran avance y el nacimiento de un nuevo campo de investigación: la astronomía multimensajero», apuntó Weiss.