Barbón: «Cuando se planificó el curso había cero contagios al día; ahora, cuarenta»
Defiende el retraso del curso aunque dice entender «el enfado de los padres, pero es por prudencia. Tenemos que hacer todo lo posible por evitar confinarnos»
MARTA VARELA / ELENA RODRÍGUEZ
LAVIANA / GIJÓN.
Domingo, 30 de agosto 2020, 01:42
«Entiendo que los padres estén enfadados y dolidos por el retraso del curso escolar y el perjuicio que les genera. ¿Cómo no lo voy a entender? Pero cuando planificamos la vuelta al colegio en julio teníamos cero contagios y en estos días de atrás la media es de cuarenta. Hemos decidido aplazar el regreso a las aulas por prudencia». Estas fueron las palabras del presidente del Principado, Adrián Barbón, ayer en Laviana veinticuatro horas después de que el Consejo de Gobierno decidiera retrasar dos semanas el inicio de las clases. Así, los alumnos de Infantil y Primaria empezarán el día 22 de septiembre en vez del 10; los de Secundaria, el 28, y Bachillerato, el 29 (no el 14 como estaba previsto para ambas etapas ) y Formación Profesional, el 30.
«Soy consciente de que estamos adoptando decisiones impopulares, pero la situación está empeorando y necesitamos bajar los índices, ver la evolución de la pandemia en la primera quincena de septiembre. La premisa de este gobierno es prevenir antes que lamentar, actuar con anticipación en un escenario muy cambiante, imposible de prever y en el que todos los días hay novedades que lo alteran por completo».
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Retraso del curso escolar Para ver la evolución de la pandemia en la primera quincena de septiembre.
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Alerta naranja En Llanes, Ribadesella, Cangas de Onís, Cabrales y Parres, en los que se refuerzan las medidas de vigilancia para evitar que los brotes «se desboquen».
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Hostelería La hora de cierre de los locales de ocio se adelantó a la una de la madrugada.
El inicio del curso escolar será, precisamente, el eje de la próxima Conferencia de Presidentes, prevista para el 4 de septiembre. «Sé que hay mucho hartazgo en la ciudadanía, soy consciente de que nos critican al conjunto de los gobiernos autonómicos y estatal por haber esperado a finales de agosto para afrontar la vuelta a las clases en la Conferencia Multisectorial (celebrada el jueves pasado). Pero, insisto, la situación no es la misma a finales de agosto que en el mes de julio y hay que quedarse con lo positivo: ahora hay unas normas comunes en España. Lo único que no se pactó fue el calendario y, dentro de nuestras competencias, hemos decidido modificarlo. Me consta que, después de nosotros, otras comunidades han variado el suyo».
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Las escuelas de 0 a 3 serán las primeras en abrir (en principio, el 7 de septiembre y de forma gradual, como así ha avanzado también el Ayuntamiento de Gijón). En julio se había elaborado un borrador, pero las educadoras aseguran no conocer más. «Todos los protocolos han sido trabajados conjuntamente entre Educación y Sanidad. Que no haya ninguna duda cuando se autoriza una actividad», dijo Barbón.
Anteponer la salud
El retraso del curso escolar ha suscitado muchas críticas, «como también ocurrió cuando establecimos el uso obligatorio de la mascarilla, la prohibición del botellón, los aforos en la hostelería y en determinadas actividades y cuando adelantamos la hora de cierre de los locales hosteleros. Se nos acusó de alarmistas, pero en cuestión de semanas nos imitaron el resto de las autonomías».
Adrián Barbón -que acudió a visitar la carpa informativa del plan de movilidad de Laviana Arcadia 2030- afirmó que «es imposible contentar a todo el mundo. Nos acusan de tomar decisiones drásticas cuando nuestra situación epidemiológica es mejor que la del resto de España. Y es cierto, lo es. Pero es así porque hemos tomado decisiones para no estar como en otras partes del país». «Lo que busco cada día y así se lo digo a todos los consejeros es que hay que hacer lo posible por no tener que confinarnos de nuevo», añadió.
Y ése -remarcó- fue el objetivo de haber declarado esta semana la alerta naranja en cinco concejos del oriente: Llanes, Ribadesella, Cangas de Onís, Cabrales y Parres, en los que se ha pedido reforzar las medidas de vigilancia, detección precoz y control de la pandemia. «La gente nos dice que ha asustado, pero es un toque de atención para reforzar las medidas de seguridad, para que no se desboque la situación», continuó el presidente autonómico.
«El área sanitaria -recordó- duplica a la del resto de Asturias y, además, han tenido brotes o casos relacionados con ellos y cuentan con una masificación turística importante. Es mejor declarar una alerta naranja y controlar la situación, con la suspensión de actividades que pueden suponer un riesgo, que confinar a esos concejos en quince días. Es mejor así que no dejar pasar el tiempo, como pedían otros partidos. Esta medida nos ha permitido coordinar mejor los esfuerzos entre las tres administraciones».
«No podemos actuar con temor, sino con previsión ante un virus muy voluble para el que nadie tiene un manual. La única certeza que puedo ofrecer es que queremos anteponer la salud a cualquier otra cosa. Por eso, buscamos controlar la expansión del virus, evitar confinarnos y salvar el máximo de vidas posible. Asturias es la comunidad potencialmente más vulnerable porque tenemos una población muy envejecida y, por el trabajo industrial y minero, con problemas pulmonares», advirtió.