Ovidio Zapico, en su visita a la Feria de Muestras: «Me preocupan los intereses de las personas, no los de los constructores»

Fue el primer cargo político en visitar la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma), algo que ya se ha convertido en tradición. «La del año que viene, será la última visita en esta legislatura», apuntó Ovidio Zapico, ya que las elecciones autonómicas serán en mayo de 2027. El consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, vivienda y Derechos Ciudadanos también cumplió con la tradición de anunciar en el encuentro que se celebra en el recinto ferial gijonés Luis Adaro de anunciar las claves de su consejería para el curso político que comienza en septiembre próximo: «En esta segunda parte de la legislatura, seguiremos con la gestión, pero avanzaremos en proyectos legislativos».

En ese sentido, dejó claro que su objetivo de legislatura «es aprobar seis leyes», dos de las cuales ya están en fase de información pública, «la de las bebidas energéticas y la de vivienda», mientras que las otras cuatro «la LGTBI, la de Participación, la de Consumo y la Loita (ordenación del territorio» se encuentran «en fase incipiente, pero serán presentadas «a finales de este año o a principios de 2026».

De las que están presentadas, no eludió la diferente respuesta que han recibido cada una de ellas. La cara de la moneda la protagoniza la que regulará el consumo de bebidas energéticas, que será prohibido a los menores de 16 años. «Se ha hablado ya del amplio consenso social que genera. Es una ley importante, pionera en España, ya que vamos a ser, junto con Galicia, las primeras comunidades autónomas con esta ley, que va a proteger a los jóvenes».

La cruz la representa, sin ninguna duda, la Ley de Vivienda, que ha cosechado críticas de los partidos de la derecha, así como del sector inmobiliario, de la construcción e, incluso, del Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias (COTSA), aunque con visiones dispares. Ante el ruido que ha generado conocer los principales puntos del proyecto de ley, Zapico dejó claro que «hay quien nos pide recursos públicos para sus beneficios, dicen que los números no les salen. A mí, a la consejería, al Gobierno, lo que nos preocupa es que el precio de la vivienda está disparatado. Muy por encima del salario medio que tenemos los asturianos. Muy por encima del coste de la vida en Asturias. Eso es lo que nos preocupa. Por eso nosotros ponemos en el centro los intereses de las personas, el interés de lo público y no intereses económicos de empresas y constructores».

Reconoció que «entiendo la polémica», pero insistió en que «nosotros pretendemos que con la Ley de Vivienda se garantice el derecho de acceso a la vivienda digna. Situamos a las personas y su derecho al acceso a la vivienda como el elemento fundamental, como el elemento nuclear de esa ley». Con esa premisa, explicó que «puedo entender críticas que llegan desde la derecha o, también, desde ámbitos empresariales, pero nosotros estamos aquí para poner en valor los derechos de la ciudadanía para acceder a la vivienda».

En esa línea, dejó claro que «no tenemos la obligación, ni lo vamos a hacer, de velar por otros intereses que entran en colisión del derecho a la vivienda». Porque, argumentó, «con esta ley queremos atajar uno de los principales problemas que hay ahora mismo en nuestro país, que es el de la especulación. Después de estas primeras reacciones que hemos escuchado estos días, más nos damos cuenta de que lo que hemos dicho muchas veces es una realidad. En nuestra comunidad autónoma confrontan dos modelos de vivienda: los que sitúan en el centro a las personas y los que sitúan en el centro a los beneficios económicos. Nosotros nos situamos con las personas».

Respecto a los cuatro proyectos de ley que «serán presentados en los próximos días», explicó los motivos que, a su juicio, amparan a cada una de ellos. «La Ley LGTBI nos debe situar al mismo nivel que otras comunidades que ya legislan. La de participación ha sido muy participada. Y una reforma integral de la ley de consumo que también es necesaria, así como la Loita», señaló, para insistir que su aprobación es «nuestro objetivo para esta legislatura».

Una que, reiteró, ha pasado ya el ecuador. «Desde la consejería queremos emprender el tramo final de la legislatura con una perspectiva más legislativa de lo que hemos hecho hasta ahora. Nos hemos volcado muchísimo, y así debe seguir siendo, en la gestión, pero toca también dar un paso más e impulsar leyes que tienen que ser buenas para Asturias y buenas para la ciudadanía asturiana».

De lo que no quiso hablar, sin embargo, fue el encontronazo entre su departamento, y el Gobierno de Asturias, con el Ayuntamiento de Gijón, a cuenta del Plan Llave, ideado por el consistorio. «La Feria es un lugar de encuentro, de intercambio, de respeto... Está llamada a ser un lugar de entendimiento cultural, social y político. Hay que dejar a la Feria trabajar y ver si en unas semanas podemos traer resultados y noticias», contestó al ser cuestionado sobre el proyecto.

Porque, explicó, «para mí la Feria es un evento de primer nivel, un evento que hay que agradecer a la Cámara de Comercio de Gijón, a Félix Baragaño, el presidente, y su equipo, todo lo que trabajan durante todo el año para que esto sea posible. La Feria realza el verano, no solo en Gijón, sino que es un referente para toda Asturias. Es un evento que no tiene solo la perspectiva económica, es un lugar de encuentro, para intercambiar opinión y un espacio que trasciende lo económico, es social, cultural y político y así debe seguir siendo».