Ángela Santianes: «La venta a Arclin es una oportunidad, creo que vamos a crecer en Asturias»
«DuPont es fuerte, va a seguir siendo fuerte y va a continuar teniendo que depender de Asturias para poder ser relevante»
Ángela Santianes (Langreo, 1964) lleva prácticamente toda su vida profesional ligada a DuPont. Presidenta de la multinacional en España y Portugal, con la venta a Arclin ... del negocio de Nomex, que incluye dos factorías del valle de Tamón, pasará al grupo comprador. Y lo hace sin miedo, confiada en que la operación será buena para todos. 303 trabajadores se integrarán en la nueva compañía, 282 seguirán en DuPont y 78 se irán a Qnity ya el 1 de noviembre, una escisión que concentrará el negocio de electrónica y que es independiente de esta transacción.
–El anuncio de la venta a Arclin ha generado inquietud en Asturias, ¿qué supone esta operación?
–Con la experiencia que tenemos de todas las demás separaciones y ventas que hizo DuPont, lo que implica es que va a venir una nueva multinacional para seguir creciendo y desarrollándose en el valle. Toda esta transformación no ha supuesto otra cosa que crear riqueza en Asturias. Tenemos nueve multinacionales, diez contando a DuPont, que vinieron de su mano y todas creciendo.
«Somos el único sitio en Europa en el que van a tener terreno en el que desarrollarse»
–303 de los trabajadores de DuPont en Asturias pasan a Arclin, entre ellos usted, que dejará toda una vida profesional ligada a DuPont. ¿Qué implica eso personalmente?
–Cuando empecé a trabajar en DuPont nadie conocía lo que era. Hasta un profesor me dijo que tuviera cuidado, que no le sonaba de nada. Era hace 36 años y no teníamos ni internet. Luego vas conociéndola, te sientes cómodo, ves que respeta los valores, que nunca vas a tener que hacer algo incorrecto... Por eso tenemos tan poca rotación. Pero estamos viendo que todas las empresas que se han llevado empleados de DuPont siguen trabajando igual, porque las cosas que funcionan las mantienes. Entonces tienes menos miedo al cambio. No siento que vaya a haber una pérdida, siento que hay una oportunidad y me ilusiona muchísimo. A veces traer prosperidad tiene que ser a través de un cambio. Para nosotros los cambios han sido buenos y esperemos que este también lo sea.
–¿Por qué cree que ha tomado DuPont esta decisión?
–Hemos pasado una época en la que el éxito de las empresas era tener mucha diversidad de negocios, pero ahora el mundo va tan rápido y tienes que cambiar de estrategia con tal velocidad y adaptarte que tener tanta diversidad es un problema. Lo que está haciendo DuPont desde hace ya unos años es simplificar el 'portfolio'. Está mirando cuál es la mejor opción para todos los negocios, si lo mejor es continuar o formar parte de una compañía independiente, como está pasando también con Qnity, que va a ser una empresa separada con unos 78 empleados en Asturias de inicio. En la actualidad, se ve más capacidad de crecimiento cuando te separas, te concentras y simplificas la toma de decisiones. Hay que tener la valentía de hacer la transformación que toca. DuPont es fuerte y va a seguir siendo fuerte. Está ahora en un proceso de realineamiento, es como dar un paso atrás para coger impulso y poder concentrarse en ciertos negocios. Es una transición.
«Hay más capacidad de crecer cuando te separas, te concentras y simplificas las decisiones»
–En el valle de Tamón ya tienen experiencia con estas escisiones.
–Y a Asturias no le vienen nada mal. Con toda esa transformación hemos más que duplicado los empleos, porque cuando te separas pierdes sinergias. Cuando estábamos todos juntos, a lo máximo que llegamos fue a 1.300 o 1.400, pero si sumamos ahora todas esas separaciones, los empleos totales están en el orden de 3.000. En cuanto a trabajar en el día a día, para nosotros va a ser igual, vamos a seguir haciendo las cosas como hasta ahora.
–SOMA-Fitag-UGT apuntaba a un rumor de una reducción del personal del 30% con Arclin.
–Yo no sé de dónde ha salido ese rumor, pero es absolutamente falso. De hecho, en este periodo Arclin no nos puede dar ningún tipo de instrucción hasta que no se complete la transacción, que será en el primer trimestre. Hay un cuidado escrupuloso.
–Aunque tiene un fondo mayor detrás, The Jordan Company, ¿preocupa que Arclin sea más pequeña que la división que compra de DuPont?
–No. Es la forma en la que trabajan estas compañías que están fuera de Bolsa, se mueven con otras dinámicas. The Jordan Company piensa que es una buena inversión hacer a Arclin más grande, ellos tienen temas de construcción que nosotros no, nosotros estamos en Europa y ellos no... Se ve una buena combinación para tener un crecimiento más rápido las dos juntas que si estuviéramos separadas.
–El centro de servicios de DuPont se queda sin estar ligado a ninguna factoría. ¿Corre peligro?
–En realidad es una anomalía que tengamos un centro de servicios con las plantas. Somos el único a nivel mundial. Este centro se montó en Asturias porque teníamos unos compromisos de empleo y en cualquier oportunidad Asturias era una posibilidad, pero no tiene por qué estar con las plantas. La mayoría de las compañías que han venido a partir de la transformación de DuPont no tienen un centro productivo y todas están creciendo. La clave es ser productivo y competitivo. DuPont va a seguir teniendo que depender de Asturias para poder ser relevante.
–DuPont y Arclin son estadounidenses, ¿afectará el actual contexto geopolítico con Trump pidiendo a las empresas volver a producir en EE UU? ¿Puede haber una deslocalización?
–Nosotros intentamos producir en las zonas en las que hacemos la comercialización. El hecho de estar dispersos a lo largo del mundo es una ventaja con respecto a las tarifas arancelarias. Nosotros producimos para América en América y aquí para Europa y Asia. Además, las plantas que están en EE UU ya se encuentran a máxima capacidad, así que no hay ninguna posibilidad.
–¿Podría Arclin plantear nuevas líneas de negocio en Asturias?
–Claro, algo que les hemos enseñado es que tenemos mucho terreno para poder crecer y están interesados en muchas cosas, aunque tienen que bajar al detalle. Ahora están haciendo una gran inversión, que es comprar el negocio de Aramidas. Después hay que ver qué oportunidades hay y madurarlas, pero les ha gustado mucho lo que han visto. Somos el único sitio en Europa en el que van a tener terreno en el que desarrollarse, aunque ahora el gran paso es finalizar la adquisición y empezar a poner las bases de dónde hay que invertir para crecer lo más rápidamente posible. DuPont reporta en la Bolsa y tiene que ser mucho más restrictivo en cuanto al capital que destina a sus negocios, en Arclin esa limitación no se tiene, si hay una inversión rentable se hace.
–Entonces, ¿cómo ve el valle de Tamón en el medio plazo?
–Creo que vamos a crecer. Quizás la parte de DuPont sea un poco más estable, porque no está en fase de crecimiento, aunque el 'core' de la compañía seguirá en Asturias, pero Qnity empieza en el mínimo y si se hace esta separación es para que crezca. Y Arclin va a tener que crecer porque no vamos a poder operar con lo que ahora mismo tenemos. Toda la parte que sea apoyar a Europa va a tener que estar en Asturias y se van a necesitar perfiles de centro de servicios para que la compañía sea operativa.
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