Indra, en el espejo de las grandes empresas de defensa europeas

Los últimos movimientos de la firma semipública –la SEPI controla el 28% del capital–, como la adquisición del operador de telecomunicaciones Hispasat o la compra de Deimos (especializada en el desarrollo de misiones espaciales e integración de satélites), ya han ido en esa dirección. En clave asturiana, la semana pasada Escribano anunció la compra de 'El Tallerón' de Duro Felguera para construir vehículos blindados en Gijón. Con esas operaciones, Indra quiere erigirse como punta de lanza del negocio de defensa y ciberseguridad en España.

La capitalización de la multinacional española supera los 4.500 millones de euros, lo que la sitúa muy lejos de las principales compañías del sector europeo. Alguno de esos gigantes han sabido tejer alianzas y posicionarse en una actividad estratégica que ahora gana relvancia, pero, ¿quién es quién en la industria de defensa europea? ¿Quiénes son los 'campeones nacionales' en los que Indra se debe fijar para constituirse como una empresa de referencia?

Rheinmetall es el mayor conglomerado de defensa de Alemania. En 2024, elevó su beneficio neto atribuido hasta los 717 millones de euros, un 34% más que el año anterior, y su valor en bolsa supera los 62.000 millones de euros, casi 14 veces la capitalización de Indra. El consejero delegado (CEO) del grupo, Armin Papperger, ha asegurado que la empresa está «bien preparada» para hacer frente al escenario de rearme que se presenta en Europa. El gigante germano es líder en sistemas terrestres y municiones y, además, cuenta con una filial española, Rheinmetall Expal Munitions, que tiene una planta en Trubia. Asimismo, fabrica productos como el tanque Leopard 2, para el cual acaba de firmar un nuevo acuerdo precisamente con Indra para proponer una actualización de su sistema de combate.

Los últimos pasos a nivel estratégico de Rheinmetall incluyen la posibilidad de utilizar plantas automotrices, como las de Volkswagen, para hacer frente a la escalada de pedidos, además de una fuerte apuesta por la digitalización de las fuerzas armadas a través de su división Electronic Solutions. Todo ello, además, sin dejar de lado la sostenibilidad. La empresa con sede en Dusseldorf aspira a alcanzar la neutralidad en emisiones de CO2 para 2035

Safran, participada en un 11,2% por el Estado francés, alcanza una capitalización bursátil de más de 107.000 millones de euros, con un enfoque principalmente centrado en el negocio aeroespacial y de propulsión. Es un gigante en motores de aviación y sistemas de navegación con un papel clave en la industria militar y civil. No obstante, hay otra compañía francesa que, pese a tener la mitad de tamaño que Safran, dispone de un portafolio de defensa más amplio y diversificado que, además, incluye IT y consultoría. Un perfil más acorde al tipo de empresa que aspira a ser Indra.

Thales tiene un valor de mercado de 52.000 millones de euros, pero el control estatal sobre ella es mayor, con un 26,6%. Está especializada en tecnología avanzada de defensa, seguridad, aeroespacial, ciberseguridad, transporte,inteligencia, vigilancia y reconocimiento y drones. También con este gigante ha establecido lazos Indra. El Ejército de Tierra opera desde el 2001 con el sistema de gestión del campo de batalla BMS (Battlefield Management System). En diciembre las dos compañías sellaron un acuerdo para mejorar este sistema y permitir que opere en escenarios altamente digitalizados, en los que el intercambio de datos y el nivel de coordinación de la fuerza resulta clave.

Su valor en bolsa está por encima de los 28.000 millones de euros y opera en 150 países. El Estado italiano posee algo más de un 30% del grupo, que está espacializado, principalmente, en el desarrollo de sistemas de defensa y en el diseño y la fabricación de armas y radares. También produce helicópteros para usos civiles y militares y fabrica y desarrolla equipos aeronáuticos.

Leonardo e Indra ya han trabajado conjuntamente, por ejemplo en el desarrollo del Eurofighter Typhoon, un avión de combate para el que la compañía que preside Ángel Escribano suministra componentes electrónicos y que Leonardo ensambla para Italia.

BAE Systems es la principal empresa de defensa y aeroespacial del Reino Unido y una de las mayores contratistas del sector del mundo. Su valor en la Bolsa de Londres está por encima de los 50.000 millones de euros.

Los sistemas aéreos (sobre todo el desarrollo de aviones de combate) y los sistemas electrónicos, que incluye guerra electrónica, sensores, aviónica y ciberseguridad, son los principales segmentos de la compañía. No obstante, también abarca el desarrollo de vehículos terrestres, municiones y soporte logístico, así como la construcción de submarinos, fragatas y sistemas navales para la Royal Navy.

Airbus es, en esencia, un claro ejemplo de lo que Bruselas tiene planeado para el sector. Se creó como un consorcio paneuropeo para fortalecer la industria aeronáutica frente al dominio de EE UU. Inicialmente, por Francia, Alemania y Reino Unido, aunque España se unió más tarde y ahora cuenta con el 4,2%. Su valor de mercado asciende hasta los 135.000 millones de euros, pero eso incluye su división comercial.

El negocio de defensa y espacio representó el año pasado el 17,4% de los ingresos totales. Airbus Defence and Space incluye aeronáutica militar (Indra colabora en el Eurofighter Typhoon), desarrollo de drones y sistemas de vigilancia y satélites.