Los trabajadores de Vesuvius encerrados anuncian una huelga indefinida de hambre

Jornada clave en el conflicto laboral de Vesuvius. A apenas trece horas de que finalice el periodo de negociación del ERE anunciado por la empresa, el Ministerio de Industria ha informado sobre la ampliación hasta el próximo viernes, 18 de octubre, el periodo de consultas, que inicialmente finalizaba este lunes. No obstante, se trata de un extremo que durante la mañana ambas partes -compañía y trabajadores- desconocían y que confiaban que se confirmase durante la reuniones que siguen manteniendo. Este tiempo servirá, según apuntan fuentes de la Secretaría General de Industria del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, para seguir buscando «alternativas» al cierre de las plantas.

La plantilla, que esta mañana llegaba a la reunión en el Sasec arropada por decenas de familiares y simpatizantes, ha criticado este anuncio alegando que la empresa no les ha remitido ninguna notificación. Asimismo, ante la negativa de la empresa para negociar alternativas al cierre de la planta de Langreo, los representantes sindicales han anunciado que los tres encerrados en la Catedral de Oviedo han iniciado una huelga de hambre «indefinida» hasta que se encuentre una solución al conflicto.

Vesuvius, por su parte, ha accedido a extender las negociaciones del ERE tras la reunión, el pasado viernes, de la mesa técnica en la que participaron el Gobierno del Principado, la empresas y los representantes de los trabajadores, y en la que el Ministerio estuvo representado por el secretario general de Industria, Raúl Blanco.

El grupo británico dedicado a la fabricación de material refractario de uso siderúrgico aceptó estudiar una ampliación del periodo de consultas para analizar alternativas que permitieran el mantenimiento del tejido industrial bajo una fórmula de venta o cesión de instalaciones y maquinaria, según anunció el pasado viernes la directora general de Industria del Principado, Rosana Prado.

De mantenerse los planes del grupo británico, el centro burgalés cerraría por completo y perdería sus 17 empleados y el de Langreo se mantendría operativo con menos de una veintena de los 111 empleados actuales.