Coronavirus en Asturias | La curva de contagio del coronavirus desciende en Asturias

«Se confirma la tendencia decreciente de la tasa de incidencia», explicaban ayer a última hora desde el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado. Eso sí, ante las cifras piden «prudencia». También lo confirmaba por la mañana el jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Ismael Huerta. «En los últimos días disminuye la velocidad a la que aparecen nuevos casos y eso nos hace pensar que sí podemos estar en una buena situación». Cierto es, añadió, que Salud se mantiene pendiente de la evolución que siga en los próximos días. «Si nos mantenemos así, empezamos la parte de la curva de descenso», subrayó. Él también insistió en la cautela. Como han venido diciendo los expertos, el número de casos registrados podría crecer si se aumentara la realización de test a la población.

Los últimos datos aportados por la Consejería de Salud detallan que 1.433 son casos positivos (49 más que el día anterior), de los que 1.209 están activos (29 más). Respecto a las curaciones ascienden a 154 (19 más). Sobre los decesos se sitúan en 70 (uno más que ayer), indicó Salud. Según fuentes de Bienestar Social se produjeron otros dos fallecimientos en residencias del Principado a la espera de la confirmación oficial por parte de Salud. El Laboratorio de Microbiología del HUCA lleva procesadas 13.385 muestras para determinación de COVID-19 por PCR.

En la jornada del jueves hubo más confirmaciones. Huerta sostuvo que la tasa de letalidad en Asturias ronda el 4%, es decir, casi la mitad que la media nacional. La tasa de letalidad no es lo mismo que mortalidad, porque la letalidad es la proporción de pacientes que fallecen sobre el total de casos, y no la mortalidad que se realiza en base a la población en general. Asturias tiene un perfil muy definido, sostienen, de las personas que fallecen por el virus. Son varones, mayores de 70 años o más, con patologías previas que aumenta el riesgo: problemas cardiovasculares (hipertensión, enfermedades cardiovasculares crónicas y la diabetes).

Respecto al perfil de las personas ingresadas hay predominancia de varones, pero no tan marcada. Se reduce asimismo la franja de edad hasta los 60 años y sin patologías previas. «Hay personas sanas que también ingresan, y también con cuadros de neumonías aunque la mayoría evolución bien a pesar de que requieren mucho tiempo para curarse», subrayó. Solo una pequeña parte de ese grupo termina necesitando un ingreso en la UCI.

La esperanza se respira ya en las inmediaciones del HUCA. «Primer día que bajan los ingresos en Oviedo, de 284 a 280, la gente por aquí anda pletórica», exclamó un doctor preguntado acerca de anteayer, la primera jornada en la que en el área sanitaria IV se invirtió el signo de hospitalizaciones. De las muchas trincheras en las que cada uno pelea su pedazo de responsabilidad contra el COVID-19 la primera toma de contacto con la sospecha la tienen los técnicos y conductores de ambulancia «A ver si acaba pronto», desea uno de ello justo después de dejar a un paciente. «Pero vamos mejor que en otros sitios, la población ha puesto de su parte y se están cumpliendo las normas para poder aplanar la curva». La batalla empieza a ganarse.