Borrar
El presidente del Principado y aspirante a la reelección, Javier Fernández, anoche, tras conocer el resultado.
La izquierda obtiene una mayoría amplia y la negociación marca el futuro político de Asturias

La izquierda obtiene una mayoría amplia y la negociación marca el futuro político de Asturias

El PSOE gana las elecciones pero cosecha su peor resultado y tendrá que hacer equilibrios para gobernar; Podemos irrumpe con fuerza e IU resiste

ANDRÉS SUÁREZ

Jueves, 14 de junio 2018, 11:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las urnas alumbraron ayer en Asturias un escenario político incierto, abierto y fragmentado. Ganó el PSOE, como todas las encuestas habían apuntado, pero lo hizo con el peor resultado de su historia, logrando únicamente 14 escaños de los 45 en juego. Una cifra a la que también podría llegar una hipotética alianza de Podemos, que entra con fuerza en la Junta General con 9 diputados, e IU, que resistió el maremoto que ha sepultado su marca en buena parte del país y con Gaspar Llamazares como candidato consiguió 5 parlamentarios. El resultado electoral constata también la debacle de Foro, que pasa de 12 escaños a solo 3, y la aparición de Ciudadanos como nuevo actor en escena, aunque sus 3 diputados se quedan por debajo de las expectativas. El PP, por su parte, mejora ligeramente el balance de 2012 al pasar de 10 a 11 representantes, pero el impacto práctico de ese avance es muy escaso ante la reducida presencia de la derecha en la Cámara regional.

Todo queda, pues, muy abierto. La victoria, y por tanto la responsabilidad de formar gobierno, es para el PSOE, pero el triunfo tiene sus matices. En el lado positivo, los socialistas continúan como fuerza más votada pese al empuje de Podemos y siguen siendo mascarón de proa del poder autonómico del partido. En el negativo, es su peor resultado en la etapa democrática asturiana, por debajo incluso de los 15 escaños de la derrota electoral de 2011 y desde luego de los 17 del retorno al poder de 2012. Javier Fernández tendrá que hacer un enorme esfuerzo de diálogo si quiere maniobrar en una Junta General tremendamente dividida.

El horizonte político de Asturias depende ahora mucho de cómo se maneje una izquierda que copa dos tercios del futuro Parlamento regional. La aparición de Podemos es un hecho cierto y los 9 diputados cosechados convierten a la formación que encabeza Emilio León en tercera fuerza del arco parlamentario asturiano y pieza clave de los acuerdos que se puedan alcanzar. La exigencia y contundencia de su discurso político en las últimas semanas obligará al PSOE a aplicar un cambio radical a sus políticas en caso de querer contar con su apoyo. Aunque hay otro escenario que, al menos como hipótesis, es posible y factible.

Porque la suma de los 9 escaños de Podemos y los 5 de IU permitiría llegar a 14, el mismo registro del PSOE, lo que al menos en términos matemáticos pondría a ambas formaciones ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo y competir por la Presidencia del Principado. El resultado de la coalición es muy notable. Existía el temor a que la efervescencia de Podemos se llevase por delante a una formación con una arraigada trayectoria en Asturias pero no ha sido así. El 'factor Llamazares' -así lo reconocen abiertamente en la organización- ha sido clave para resistir y el resultado, manteniendo la misma representación parlamentaria, es mejor de lo esperado y del todo satisfactorio.

El trasvase de votos en estas elecciones tiene un perdedor claro: Foro. Si el PSOE baja, aunque de forma moderada, e IU resiste, es evidente que el grueso de los sufragios obtenidos por Podemos sale de la formación encabezada ahora por Cristina Coto. Foro pasa de ser segunda fuerza parlamentaria a ocupar el quinto lugar, empatada con Ciudadanos y viendo reducida su representación de 12 a 3 escaños. La pérdida de poder e influencia de la derecha en la Junta General es notoria. En 2011, la suma de Foro y PP alcanzaba los 26 escaños. Ahora se queda en 14.

Porque el balance del PP también parece poco satisfactorio. Con su principal rival cayendo en picado y perdiendo 9 diputados, los populares solo han sido capaces de añadir un parlamentario extra a los 10 con que ya contaban. Esos 11 escaños, en la práctica, tienen poco efecto, aunque sí permitirían revalidar algún tipo de acuerdo con el PSOE similar al alcanzado para los presupuestos de este año si es que los socialistas optasen por esa vía en lugar de mirar a la izquierda y, desde luego, si Mercedes Fernández entendiera que esa estrategia fuese la adecuada.

En la Cámara asturiana habrá una sexta fuerza, Ciudadanos, con tres diputados. Un resultado notable aunque las expectativas eran mejores.

En clave local el futuro es también incierto. Carmen Moriyón, de Foro, ganó en Gijón, y Agustín Iglesias Caunedo, del PP, en Oviedo, pero en ambos casos un acuerdo de la izquierda puede desbancarlos. El PSOE venció en Avilés con Mariví Monteserín.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios