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Pedro Nieva, conducido a realizar un registro de su domicilio en Pría por agentes de la Guardia Civil

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Pedro Nieva, conducido a realizar un registro de su domicilio en Pría por agentes de la Guardia Civil DANIEL MORA

La viuda de Ardines alertó a la Guardia Civil del comportamiento del marido de su prima

Tres de los sospechosos fueron detenidos en Vizcaya y el cuarto en Suiza, donde estaba preso por tráfico de droga | Trasladan al presunto inductor del crimen de Ardines a registrar su vivienda

OLAYA SUÁREZ

Miércoles, 20 de febrero 2019, 09:17

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Tan sólo 24 horas después de ser detenido, Pedro Nieva ha vuelto a su residencia vacacional en Belmonte de Pría (Llanes). Como principal sospechoso, lo hizo esposado, con la cabeza tapada e intentando ocultarse de cualquier cámara de los medios de comunicación. No obstante, y a pesar de que le señalan como el autor intelectual del crimen, se mostró en todo momento tranquilo y pausado. Los agentes de la Guardia Civil le escoltaron en las pertenencias esperando obtener nuevas pistas para la investigación.

Llegaron a la casa, anexa a la de la víctima, pasadas las 9 de la mañana y finalizaron poco antes de las 11 horas. En ese intervalo de tiempo recorrieron la vivienda principal, los accesos a un garaje donde registraron el falso techo y un porche que está ubicado en el interior de la vivienda.

Una vez concluida esta fase de la operación, se ha visto salir a los agentes acompañados de la autoridad judicial portando varias cajas. Por su parte, Pedro Nieva ha sido llevado nuevamente al Cuartel de la Guardia Civil donde se espera que mañana pase a disposición judicial.

La viuda de Ardines alertó a la Guardia Civil del comportamiento del marido de su prima

Eran las seis de la mañana cuando sonaba el teléfono de la viuda de Javier Ardines. Se cumplían las sospechas que se le habían ido evidenciando desde que su marido fuera asesinado el 16 de agosto junto a su casa, en Belmonte de Pría, Llanes. A ella y a los investigadores, que poco a poco fueron desenredando el intrincado ovillo hasta que consiguieron tirar del hilo concreto y aunar pruebas que respalden los cargos. La llamada era de la Guardia Civil. «Hay cuatro detenidos», le comunicaban. Uno de ellos, el considerado autor intelectual del crimen, es Pedro Nieva Abaigar, marido de su prima. El móvil: los celos. Los que sentía por el concejal de Izquierda Unida por una supuesta relación íntima con su mujer. Así lo consideran los trabajos realizados por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón y en los que invirtieron cientos de horas.

Vídeo.

La Benemérita apunta que el principal sospechoso encargó el crimen a dos ciudadanos argelinos con la connivencia del cuarto arrestado, un ciudadano español residente en el País Vasco que no tendría vinculación alguna con Asturias. Los agentes habrían conseguido desmontar la versión del principal sospechoso, de 48 años, quien el día de autos se encontraba en su casa de Amorebieta (Vizcaya). Sin embargo, los indicios apuntan a que habría prometido una elevada cantidad de dinero para que matasen a Ardines.

Para la familia directa de la víctima las sospechas habían recaído en Pedro por la distancia que tomó después de que la tragedia se cerniese sobre quienes fueron sus amigos íntimos. Porque además de familia, los dos matrimonios eran inseparables, compartían pandilla y planes vacacionales. Mantenían estrechos lazos de amistad.

«Tanto Pedro como su mujer estaban muy esquivos con toda la pandilla y con la viuda», confiesa su entorno

«Estaba muy esquivo, tanto él como su mujer», diría a la Guardia Civil la propia viuda, Nuria Blanco, que a la muerte de su marido suma ahora la traición. Fue ella la primera que notó un cambio de comportamiento en ambos, en el momento en el que más necesitaba su apoyo.

EL COMERCIO adelantaba el pasado mes de noviembre que la Guardia Civil vigilaba a un vecino del País Vasco, con una segunda residencia en Llanes, como principal sospechoso del episodio violento que acabó con la vida del edil, pescador de profesión y muy apreciado en la zona del oriente asturiano. Ya desde el primer momento las investigaciones apuntaban a que podría tratarse de un crimen por encargo. El ensañamiento con el que actuaron y el hecho de que días antes Javier Ardines se hubiera encontrado unas vallas similares a las que el día del crimen interrumpían el paso en el camino, llevaron a determinar que podría ser obra de 'profesionales'.

Vídeo. La Guardia Civil llega a Llanes con uno de los detenidos por la muerte de Javier Ardines

Hubo, no obstante, que descartar otras vías. Por ello, los agentes tomaron declaración a los compañeros del Ayuntamiento, a los funcionarios, al personal interino y a los compañeros de la cofradía de pescadores. Javier Ardines era patrón del barco 'Bramadoria' y el día del crimen se disponía a salir a faenar como cada jornada en compañía del empleado que tenía. Pero no llegó a su destino. Ya por entonces los pescadores lo tenía claro: «El asesino de Ardines no está aquí, que miren hacia otro lado». Y sus convencimientos se cumplieron. En la mar no tenía problema con nadie, era una persona muy apreciada en el gremio al que había dedicado toda su vida. En los últimos años había compaginado su profesión con ejercer de concejal de IU. Había renunciado a su sueldo como edil y tenía previsto abandonar esta labor cuando acabase el mandato.

«Solo darle un susto»

A unos sesenta metros de donde dejó el coche, volvió a ser alcanzado por los homicidas. Le asfixiaron rodeándole el cuello desde atrás. No fue hasta dos horas después, cuando un vecino salió a pasear al perro, cuando descubrió la macabra escena. En esa ocasión, también una llamada de teléfono cambiaba para siempre la vida de la familia de Javier Ardines.

A escasos metros, en una vivienda también de Pría, se encontraba la mujer del ahora detenido, presunto autor intelectual. Estaba pasando el mes de agosto en Llanes, como hacía siempre. Fue una de las primeras personas en llegar al camino en el que se cometió el asesinato. Siempre al lado de la viuda y los hijos. De hecho, la tarde anterior habían estado juntas en un bar de Nueva de Llanes. Sus vidas a partir de ese día se comenzarían a separar, hasta que hace dos meses, la relación se volvió prácticamente inexistente.

Vídeo. La Guardia Civil investiga el vehículo del considerado autor intelectual del crimen de Javier Ardines.

La Guardia Civil da por culminada una investigación, bautizada como 'operación Strabe'. Según explicó ayer el teniente coronel de la Comandancia de Gijón, Francisco Javier Puerta, «se han podido obtener muchísimos datos con mucha paciencia y muy buen trabajo». Desde agosto hasta ayer mismo los agentes invirtieron cientos de horas. La reclamación de la participación de la Unidad Central Operativa por parte de la Comandancia de Gijón al día siguiente de los hechos ya hacía pensar que el caso iba a resultar sumamente complejo, como así fue.

Los restos de ADN recogidos en el lugar del crimen fueron claros a la hora de determinar la identidad de los asesinos. Eso, y los posicionamientos de sus teléfonos móviles. Al parecer, serían personas que estarían fichadas por las fuerzas de seguridad. De hecho, uno de los ciudadanos argelinos acusados fue detenido hace semanas en Suiza por un asunto de tráfico de drogas. Ahora, además de la venta de sustancias estupefacientes podría ser acusado de un delito de asesinato. La Guardia Civil ya ha solicitado la extradición a España de ese sospechoso. Los otros tres fueron trasladados ayer desde Vizcaya hasta el cuartel de Llanes. Está previsto que pasen a disposición del juzgado de instrucción, también de Llanes, mañana como muy pronto. Hoy se llevará a cabo el registro en la casa que el inductor tiene en Pría, comprada hace dos años para veranear en Llanes. Su mujer, nacida en Suiza (de padres llaniscos emigrados) y criada en Vizcaya, sentía devoción por el oriente asturiano. Desde hace semanas, esa casa permanece cerrada a cal y canto.

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