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Miles de horas de trabajo, cientos de horas de interrogatorios, indagaciones, cotejo de innumerables teléfonos recogidos por las antenas móviles... Seis meses después del crimen del concejal de IU Javier Ardines, la Guardia Civil daba por fin respuesta a los muchos interrogantes. El asesino, el considerado autor intelectual del plan urdido, estaba en el núcleo más cercano de la víctima. En su círculo familiar. La Benemérita detenía en la madrugada de hoy en su domicilio de Amorabieta (Vizcaya) a Pedro N. A., marido de una prima política de Ardines, esposo de la prima de su mujer. Y no solo eso. Los dos matrimonios eran íntimos, salían juntos, frecuentaban los mismos ambientes y pertenecían a la misma pandilla en Llanes. El móvil del crimen: celos. Así lo considera la Guardia Civil, que investiga en estos momentos si el familiar detenido encargó su asesinato o darle un escarmiento que finalmente a los sicarios «se les fue de las manos».
Además del supuesto autor intelectual, han sido detenidos, también en Vizcaya, dos ciudadanos de origen argelino, que presuntamente habrían ejecutado al concejal. Un cuatro hombre, español, fue detenido en Eradio (Bilbao). Las indagaciones llevaron a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y a la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón a descartar que los asesinos estuvieran en el ámbito laboral, en el del Ayuntamiento o en el marítimo. La forma en la que se ejecutó el crimen hacía pensar en el primer momento en que podría por encargo. Como así han concluido las pesquisas.
Ya en noviembre EL COMERCIO adelantó que la Guardia Civil vigilaba a un vecino vasco como principal sospechoso.
Los arrestados serán trasladados a lo largo del día de hoy al cuartel de la Guardia Civil de Llanes. Está previsto que se realicen nuevos registros en viviendas de Llanes antes de que pasen a disposición del juzgado que realiza las labores de instrucción.
Según pudo saber este diario, Pedro N.A. reside habitualmente en la localidad vizcaína de Amorebieta, si bien la pareja posee una vivienda ubicada a escasos metros de la del concejal asesinado. Es «una persona celosa», indicaron fuentes próximas al caso, que, al parecer, no llevaba muy bien la buena relación que existía entre su mujer y el edil asesinado. Estas mismas fuentes reconocen que la posibilidad de que uno de los supuestos autores fuera una persona tan próxima a la víctima y su familia se había comentado en varias ocasiones, pero nadie quiso creer que fuera cierto. Sí resultó extraño en la zona que la prima de la mujer de Ardines y su marido no hayan vuelto a su vivienda de Belmonte de Pría, ubicada a «apenas cien metros» de la del concejal, desde lo ocurrido en la madrugada del 16 de agosto.
El edil Javier Ardines, único concejal de IU en Llanes, murió el pasado 16 de agosto a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza cuando salía de su domicilio en Belmonte de Pría (Llanes), y su cadáver fue hallado a unos 300 metros de la vivienda.
El caso
Javier Ardines fue asesinado en un camino de Belmonte, en la parroquia asturiana de Pría, donde vivía. Ocurrió a las seis de la mañana, cuando salió de casa para ir a faenar en su barco, que estaba atracado en el puerto de Llanes. Había quedado con una amiga, Beatriz, aficionada a la fotografía, a la que nunca llegó a recoger.
Al parecer, el hombre salió en su vehículo y unos metros más allá de su casa se encontró el camino cortado por unas vallas. Salió para quitarlas y debió ser en ese momento cuando fue golpeado y murió. Un vecino declaró haber escuchado gritos a esas horas. Según se supo después, el concejal recibió un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente, trató de huir, pero tras caminar unos metros se desplomó. Fue entonces cuando su atacante le estranguló.
Con muchos enemigos
La muerte de Ardines conmocionó la localidad asturiana, de 14.000 habitantes, y también destapó una trama de corruptelas y odios en el consistorio local. De hecho, desde que el fallecido se convirtió en concejal de Pesca, Medio Rural, Playas y Personal en 2014 se granjeó un gran número de enemigos. Su partido, IU, pactó con PP, Foro y Vecinos por Llanes para echar del poder a los socialistas, que llevaban 28 años gobernando. Ardines era también el hombre fuerte del alcalde, Enrique Riestra, que le mostró todo su apoyo cuando fue amenazado por su plan de acabar con los interinos que copaban los puestos de funcionarios en el Ayuntamiento y en la Policía local.
Desde el primer momento, las investigaciones se centraron en dos líneas. Una tenía que ver con la vida sentimental del fallecido. La otra, con su actividad política. Por ello, cuando se destapó que había sido amenazado, fueron interrogados todos los funcionarios locales y sus coartadas se comprobaron con meticulosidad. Incluso hubo pruebas de cotejo de ADN.
Han sido ocho meses de investigación de la Policía Judicial en colaboración con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que se ha llevado con toda la discreción posible. Hace un mes, la delegada de Gobierno de Asturias, Delia Rosa, ya avanzó que estaba «muy centrada» y el día 1 la titular del Juzgado de Primera Instancia en instrucción de Llanes prorrogó otro mes el secreto de las operaciones.
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