El Ayuntamiento de Gijón reclama la salida de Nieves Roqueñí de la presidencia del Puerto
«Se descalificó el trabajo de los técnicos de esta casa y se nos llegó a decir que habíamos tramitado mal el expediente o que no sabíamos lo que estábamos tramitando», argumenta el director de Alcaldía
La paciencia del gobierno local respecto con la nueva cúpula del Puerto de Gijón se ha agotado y este martes el vaso se ha desbordado ... en forma de la petición de que Nieves Roqueñí abandone la presidencia de El Musel. La solicitud la han trasladado, desde la sala de prensa del Ayuntamiento, el secretario general y portavoz parlamentario de Foro Asturias en la Junta General, Adrián Pumares, el presidente de Foro Gijón y portavoz municipal, Jesús Martínez Salvador, y el director general de Alcaldía del Ayuntamiento, Jaime Fernández-Paíno.
El gobierno local considera la gota que colmó el vaso el hecho de que la presidenta del Puerto habría ocultado al Ayuntamiento el contenido de un informe elaborado por la Abogacía del Estado que corroboraba la tesis municipal respecto a la solicitud de cesión de la propiedad de la franja litoral de la parcela de Naval Gijón, que Nieves Roqueñí se ha negado a culminar desde su llegada a El Musel. Los responsables de Foro consideran que la cúpula del Puerto ya conocía los detalles de este informe mientras intentaba negociar con el Ayuntamiento un convenio de cesión de uso, alegando la ilegalidad de ceder la propiedad.
Es más, según publica hoy EL COMERCIO, la alcaldesa reclamó por escrito el pasado 6 de junio, sin éxito, a la presidenta del Puerto, conocer el contenido de «cualquier informe que por parte de la Abogacía del Estado haya podido emitirse en relación con esta cuestión». La solicitud de la regidora no fue atendida. «Negó a la alcaldesa de Gijón la existencia del informe de la Abogacía del Estado, se lo negó a los técnicos municipales en las reuniones que se celebraron, y por todo ello y por todo lo que ya hemos sufrido, creemos que desde Foro Asturias que Nieves Roqueñí no puede permanecer ni un minuto más como presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón», afirmó con contundencia Jesús Martínez Salvador, portavoz del gobierno municipal.
Los responsables foristas fueron muy duros en sus calificativos del papel desempeñado por Nieves Roqueñí desde su llegada a la Autoridad Portuaria de Gijón. Así, el también edil de Urbanismo aseguró que «no podemos permitir ni un minuto más que haya al frente de la misma una comisaria política que toma las decisiones del futuro del Puerto de lo que habla con concejales socialistas en cafeterías». «No hemos visto, ni contemplado, ni sufrido otra cosa desde que hubo el relevo al frente de la presidencia, que un intento de obstaculizar bajo cualquier premisa y de una manera total este proyecto», añadió el también presidente de Foro Gijón.
Por su parte, Jaime Fernández-Paíno, director del gabinete de Alcaldía y uno de los responsables municipales que participó en todo el proceso negociador con el Puerto desde hace año y medio, explicó que la petición de dimisión de Nieves Roqueñí «es la consecuencia de conocer por los medios de comunicación que la Autoridad Portuaria viniera a esta casa a mentir descaradamente, primero a la alcaldesa y a los que nos reunimos con ella y, antes de eso al pleno del Consejo Social». «La Autoridad Portuaria reiteradamente negó la existencia de un informe de la Abogacía del Estado y, es más, llegó a decirnos en las reuniones en las que estuvimos que la Abogacía del Estado estaba alineada con la postura que estaba manteniendo la nueva dirección de la Autoridad Portuaria desde el nombramiento de Nieves Roqueñí», enfatizó Fernández-Paíno.
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«Se intentó desde la Autoridad Portuaria de Gijón someter a este Ayuntamiento a un acoso, que no derribo, sin precedentes. Se descalificó el trabajo de los técnicos de esta casa y se nos llegó a decir que habíamos tramitado mal el expediente o que no sabíamos lo que estábamos tramitando», añadió.
Fernández-Paíno hizo referencia a la última reunión de carácter técnico entre el Ayuntamiento y el Puerto, que él mismo presidió, y que tras las dos lideradas por Carmen Moriyón y Nieves Roqueñí, acabó igualmente sin acuerdo. El director de Alcaldía recordó que mientras el Consistorio estuvo representado por un amplio equipo de técnicos de distintas áreas municipales, El Musel lo hizo por el director general, la secretaria del consejo y el exjefe de gabinete de la Consejería de Transición Ecológica y que Roqueñí ha nombrado jefe de relaciones institucionales del Puerto. «Ni un solo técnico de la Autoridad Portuaria pudo venir a una reunión de dos horas y media en la que se sometió a un acoso, insisto que no derribo, a los técnicos municipales diciéndoles que habían hecho mal el expediente, que no sabíamos lo que habíamos tramitado y que se iba a hacer una cesión de uso porque no habíamos dicho que iba a ser una cesión de la titularidad», comentó.
«Hemos tenido que conocer esta semana por los medios, no solo que la Abogacía del Estado sí que había emitido un informe, que se lleva por cierto una semana ocultando a la alcaldesa que lo solicitó por escrito, sino que ese informe refrendaba palabra por palabra lo que los técnicos de esta casa habían dicho», argumentó Fernández-Paíno, que expolicó que «en los términos del director general de Patrimonio del Estado, este era un negocio jurídico complejo por el que el Ayuntamiento adquiría a título oneroso una parte de la parcela y a título gratuito la otra y eso se intentó negar, reiteradas veces en los últimos tres meses, por la Autoridad Portuaria de Gijón», zanjó.
Por su parte, el diputado autónomico y secretario general de Foro Asturias, Adrián Pumares pidió la dimisión o el cese de Nieves Roqueñí de «un cargo al que nunca debió acceder por falta de conocimientos, por incompetente y, sobre todo, porque finalmente ha demostrado que no estaba aquí para servir al Puerto de Gijón, ni para servir a la ciudad, sino para servir únicamente a los intereses ni tan siquiera del Partido Socialista, a los intereses de una parte del Partido Socialista que antepone los intereses partidistas a los intereses de la ciudad».
Pumares reprochó al presidente del Principado, Adrián Barbón, una «actitud más proactiva» en el desarrollo de este conflicto entre el Puerto de Gijón y el Ayuntamiento. «Fue muy doloroso el silencio de Adrián Barbón en la génesis de este conflicto institucional propiciado única y exclusivamente por el Partido Socialista», dijo. «También fue doloroso ver a Nieves Roquení, una persona que en su breve tiempo como consejera tuvo muchísimas más sombras que luces, con una nefasta gestión donde además tuvo que marchar por patas por conflictos de interés familiares con la empresa Minersa», agregó, para concluir que «aunque a pesar de no sorprender a nadie de los que la podemos conocer su comportamiento, sí tengo que decir que fue doloroso ese intento de bloqueo a la ciudad por su parte como presidenta de la Autoridad Portuaria».
El portavoz parlamentario de Foro recordó cómo el pleno de la Junta General aprobó la semana pasada una proposión no de ley con el voto de todos los grupos, a excepción del PSOE, para instar al Gobierno a que pida al Puerto la entrega de la franja litoral de Naval Gijón al Ayuntamiento. «Una vez que Nieves Roqueñí ha reculado, ha dado marcha atrás y ha dicho que sí está dispuesta a votar en el consejo de administración la cesión de esa franja, lo próximo que hay que reclamar es su dimisión inmediata».
«Si, como nos tienen acostumbrados, no asume su responsabilidad después de este breve tiempo al frente de la Autoridad Portuaria, seguramente por desconocimiento, porque no sabe nada de logística portuaria, no sabe nada de Gijón, no sabe nada de puertos, no sabe absolutamente nada de lo que corresponde a su gestión y también fruto del esfuerzo del Partido Socialista de bloquear a Gijón, tiene que dimitir y si ella no lo hace, tiene que cesarla inmediatamente Adrián Barbón», clamó el diputado forista.
También apuntó Pumares que Barbón «haría bien en cesarla por un segundo motivo, que es porque así le permitiría tener más tiempo para preparar con calma y concienzudamente la comisión de investigación a la que va a tener que enfrentarse en la Junta General», en relación al accidente en la mina de Cerredo. El portavoz de Foro aventuró que Roqueñí «muy probablemente saldrá muy tocada de esa comisión porque en su tiempo como consejera miró para otro lado ante los presuntos desmanes de la Dirección General de Minas, que dirigía a Bermina Díaz».
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